Con mucha alegría y una importante cantidad de familiares y amigos acompañándolos, el sábado 3 de marzo Marina Inés Bussio, directora propietaria de Horizonte, la revista de Caballito, se unió en matrimonio con Héctor Nuñez Castro, secretario de redacción de la misma publicación.
La noticia no tendría nada de particular, puesto que son miles las parejas que se juran amor eterno todos los días, si no fuera que Marina y Héctor eligieron para la celebración un escenario no tradicional, por lo menos para estos acontecimientos. Uno de los coches que la Asociación Amigos del Tranvía cuida y conserva con delicadeza y cariño, transformándolos en patrimonio histórico de la ciudad, bajo la experta atención de su presidente, el historiador Arq. Aquilino González Podestá. Los novios, que mucho saben de la historia del pueblo de Caballito, sintieron que formalizar su compromiso de vida en común en el reconstruido tranvía 44 no era simplemente una antojadiza idea de adolescentes, sino que representaba algo así como recordar con emoción compartida los años jóvenes cuando el viaje en tranvía por la ciudad era algo así como el descubrimiento de mundos nuevos. Era iniciar un proyecto de vida en común que, como en aquellos viajes, les hará ir descubriendo un mundo nuevo en esperanzas y deseos, camino que deberán recorrer sorteando cambios de vía, como el que simbólicamente hicieron el 3 de marzo, bajo la atenta mirada del motorman Aquilino, que les brindó su bendición tranviaria: “En el nombre del trole, la vía, la barra de cambio…Amén”. Palabras que no deben tomarse como una apostasía, sino como un alegre recibimiento del tiempo por venir.
Como amigos, como colegas, como vecinos de barrio, como lectores de su publicación, les hacemos llegar desde este espacio, nuestra más sincera felicitación.
Más información en www.tuceremonia.com.
La noticia no tendría nada de particular, puesto que son miles las parejas que se juran amor eterno todos los días, si no fuera que Marina y Héctor eligieron para la celebración un escenario no tradicional, por lo menos para estos acontecimientos. Uno de los coches que la Asociación Amigos del Tranvía cuida y conserva con delicadeza y cariño, transformándolos en patrimonio histórico de la ciudad, bajo la experta atención de su presidente, el historiador Arq. Aquilino González Podestá. Los novios, que mucho saben de la historia del pueblo de Caballito, sintieron que formalizar su compromiso de vida en común en el reconstruido tranvía 44 no era simplemente una antojadiza idea de adolescentes, sino que representaba algo así como recordar con emoción compartida los años jóvenes cuando el viaje en tranvía por la ciudad era algo así como el descubrimiento de mundos nuevos. Era iniciar un proyecto de vida en común que, como en aquellos viajes, les hará ir descubriendo un mundo nuevo en esperanzas y deseos, camino que deberán recorrer sorteando cambios de vía, como el que simbólicamente hicieron el 3 de marzo, bajo la atenta mirada del motorman Aquilino, que les brindó su bendición tranviaria: “En el nombre del trole, la vía, la barra de cambio…Amén”. Palabras que no deben tomarse como una apostasía, sino como un alegre recibimiento del tiempo por venir.
Como amigos, como colegas, como vecinos de barrio, como lectores de su publicación, les hacemos llegar desde este espacio, nuestra más sincera felicitación.
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